Habiendo asistido a la primera distribución de premios verificada en nuestro Colegio de Santiago el Sr. Vicario General del Arzobispado, Dn. Martín Rüker y complacido por lo que había visto y oído en él, manifestó aquel mismo día, deseos de hacer cuanto antes, una fundación en San Felipe, hechas las debidas difidencias y obtenido el permiso para establecer el nuevo Colegio, el Hno. y Rudo. Sr. Dn. Juan Ignacio González Eyzaguírre, Arzobispo de Santiago, nos ayudó con alguna cantidad para la instalación. El Sr. Cura y el Dr. García con su familia que también deseaba mucho que se fundara el Colegio, trabajaron con todo empeño para llevarla a cabo y proporcionaron algunos medios para conseguirlo, pudiendo al fin ver realizados sus deseos, pues 26 de mayo de 1914, vinieron a la fundación de este Colegio la Rda. M. «Eustaquia de Echeverría de S. Casiano y la Hna. «María Dolores de Macía, con la idea que el próximo mes de Junio, abriría las clases, pues esperaban la llegada de la «M. Superiora y dos religiosas para este Colegio.
Salieron en efecto de Buenos Aires con este objeto, más tuvieron que detenerse en Puente del Inca a causa de la nieve y después de haber permanecido allí l7 días retrocedieron por la misma causa hasta «Mendoza, donde esperando de continuo, impedidas de realizarla, estuvieron basta el mes de Diciembre. Como esta detención fue tan prolongada, se dispuso vinieran de la Argentina por el Estrecho de Magallanes, las Madres Juana Foguet, María de la Concha y Josefa García, cuya llegada a esta ciudad tuvo lugar el 15 de Agosto de 1914.
La Rda. M. Eustaquia y M. María olores, desde su llegada habían estado hospedadas en el asilo dirigido por la Religiosas Hospitalarias de S. José, yendo diariamente a dar clases a su Colegio del Niño Jesús de Praga, donde tenían unas veinte alumnas, más a la llegada de sus compañeras, quedaron todas instaladas en el referido Colegio teniendo el consuelo de que se celebrase por primera vez el Sto. Sacrificio de la Misa, el 28 del mes de Agosto. Pocos días antes de la terminación del año escolar, el 10 de Diciembre tuvieron también el consuelo de abrazar a las detenidas en Mendoza, M Martina Plaza de Sta. Práxedes, Superiora, Elena Ortiz de S. José e Inés Fernández de la Visitación. Así quedó establecida la Comunidad en el Colegio Jesús de Praga en San Felipe.
El Sr. Rücker cuidó y miró el Colegio y le atendió con algunos recursos, procurando y haciendo que el Centro Cristiano del cual era Presidente, pagara el alquiler de la casa, siendo atendidas la Capellanía por el Arzobispado. A los pocos años, falleciendo el Sr. Arzobispo y ausentándose de Chile Dn. Martín Rücker, con motivo de un viaje a Europa, quedó el Colegio sin ningún recurso de esta naturaleza. Sin embargo, con su propia vida y aunque no eran muchas niñas, la Comunidad siguió atendiendo a estas necesidades de Casa y Capellanía sin faltarles nada de lo material y espiritual y continuar trabajando mucho con las niñas que, gracias a Dios, no les faltan y adelantan en todos sentidos.